martes, 19 de junio de 2012

Día 1591. Los fallos de La Ranilla


Los fallos de la Ranilla

La comisaría de la Policía Local presenta una serie de deficiencias apenas un mes después de terminar la mudanza.
No hace ni un mes que la Policía Local terminó de instalarse en la nueva Jefatura, levantada en los antiguos terrenos de la cárcel de la Ranilla, y el edificio ya presenta una serie de desperfectos. Ninguno supone un problema grave para el desempeño del trabajo de los policías, pero sí sorprenden estos fallos en un edificio nuevo que ha costado a las arcas públicas más de 23 millones de euros. 

Desde el edificio sale un cable que va por el aire hasta una pequeña garita en la que se instalan los agentes que están de guardia en el control de acceso. Como en esta garita no existe luz eléctrica, se le ha dotado la conexión de la manera más rústica, tirando un cable desde la comisaría y amarrándolo a una esquina de la garita, como puede apreciarse en una de las fotografías que ilustran esta página. 

Fuentes municipales expusieron este lunes que, como toda sede policial, la comisaría de la Ranilla debería de haber contado con una garita de acceso al parking. Así, mientras se habilita la cabina de seguridad, se ha instalado un módulo provisional y ha sido necesario sacar cablespara dar aire acondicionado a la garita mientras se hace la canalización correspondiente. 

En la parte trasera del edificio hay una escalera utilizada para la salida del personal a la que le falta la barandilla. Las piezas de la barrera de protección permanecen en el suelo tiradas justo debajo de la escalera. Alguien ha colocado unos conos -similares a los que se utilizan cuando se produce alguna incidencia en el tráfico para delimitar algún carril- para alertar a la persona que utiliza esta escalera del riesgo de caída que existe. El Ayuntamiento asegura que se arreglará en breve. 

A unos metros, junto a la puerta por la que salen los patrulleros desde el aparcamiento subterráneo hacia la calle Vidal de Noya, hay varios contenedores de basura. Esto infringe cualquier protocolo de seguridad para las comisarías y dependencias policiales, que deben tener un perímetro de seguridad diáfanos y no ocupados ni por coches ni por ningún elemento urbano. Para el Consistorio, deben ser los policías quienes, si advierten el peligro, emitan un informe para que se mueva el contenedor. Además, en el espacio que rodea el edificio permanecen unasvallas de obra que deberían haber sido retiradas hace ya bastante tiempo, ya que el edificio fue recepcionado por el Consistorio hace casi un año. 

En el interior de la comisaría también hay una serie de fallos que llaman la atención. Uno de ellos está en uno de los ascensores, que debe tener una especie de fisura y perder aceite o algún líquido especial. No es la primera incidencia que ocurre con los ascensores, ya que hace aproximadamente un mes siete agentes se quedaron encerrados en uno de los elevadores y tuvieron que acudir los Bomberos a rescatarlos, según indicaron este lunes a este periódico fuentes policiales. Fuentes municipales aseguraron que el problema ya está solventado y que se debía a un fallo en el mantenimiento, y recalcaron que que el ascensor cumple con todas las normativas. 

El pasado fin de semana también se registró una avería con el aire acondicionado que no pudo solventarse rápidamente porque el agente que tiene bajo su custodia las llaves del cuarto en el que se encuentran las máquinas no estaba de guardia el sábado y el domingo y fue imposible localizarlo. El Ayuntamiento asegura que el aire acondicionado se gestiona por un sistema informatizado que para ahorrar energía se corta en zonas donde no se necesita. El Consistorio admite que puede haber ocurrido habido alguna disfunción, pero que no se cortó el aire en todo el edificio.